Esta profesión tiene infinidad de momento gratos, pero creo que es una de las poca que tiene el placer de poder dimensionar el amor en todas sus formas y los frutos de ese amor.
Este es el caso del Bautismo de Pilar, allá por noviembre de 2017 tuve el inmenso placer de fotografiar la Boda de Juli y Gabriel. Y en este Diciembre de 2018 nos volvimos a encontrar en el Convento San Alfonso para bautizar a la pequeña Pili.
La emoción es inmensurable al ver cómo el tiempo y el amor entre dos personas maravillosas nos regala estas oportunidades únicas.
Soy un eterno agradecido de poder contemplar y retratar estos momentos.